Estiramientos en la oficina

La flexibilidad es un atributo físico que nos permite maniobrar cada uno de los segmentos de nuestro cuerpo libremente y sin restricciones espaciales. Por ende, su mejoramiento y mantenimiento debe ser uno de los focos proncipales de las pausas activas.

Sin embargo, esta capacidad tiende a disminuir progresivamente como consecuencia de la edad, la modificación de nuestros hábitos y el sedentarismo.

De hecho, su afectación nos suele ocasionar molestias o dolencias musculares que pueden llegar a deteriorar nuestra calidad de vida.

¿Por qué es importante realizar estiramientos en tu trabajo?

El estiramiento es la única herramienta que existe y que está a nuestro alcance para preservar nuestra flexibilidad y salud muscular. La flexibilidad es clave para nuestro bienestar, especialmente si dedicamos gran parte del día a trabajar adoptando posturas prolongadas.

El movimiento es vida, por lo cual debemos buscar que sea lo más armónico posible. En ese orden de ideas, incorporar los estiramientos en tu rutina diaria durante tus pausas activas, te ayudará a:

  • Relajar la musculatura y disminuir el estrés.
  • Promover una buena higiene postural.
  • Mejorar  la circulación sanguínea muscular.
  • Facilitar la eliminación de toxinas acumuladas
  • Regular el gasto energético.
  • Prevenir la aparición de desórdenes músculo-esqueléticos.

¿Qué estiramientos ayudan a mejorar la flexibilidad?

Existen diversas estrategias que puedes implementar para mejorar tu flexibilidad y algunas requieren de espacios amplios o equipos. Por eso, en este artículo te presentamos un ciclo de estiramientos muy sencillos y eficaces que podrás realizar durante en tu puesto de trabajo

Cabeza y cuello

  • Mímica facial: También se conoce como yoga facial, se trata de hacer todo tipo de expresiones y muecas con la cara para estirar y poner en acción a todos los músculos de la cara. Si lo realizas en grupo será más fácil y gracioso.
  • Cabeza al lado: Inclina la cabeza hacia un costado sobre tu hombro e inicia el conteo y sostenla en esa posición con la mano del mismo costado.
  • Menton al pecho: Con la cabeza erguida llévala hacia abajo de modo que tu barbilla esté en contacto con el pecho y cuenta.
  • Cabeza atrás: Lleva la cabeza hacia arriba, usando tus manos para empujar suavemente.
  • El buho: Realiza una rotación de cuello y ayudandote con tus manos para incrementar la tension muscular.

Recuerda que realizar movimientos en círculo con tu cabeza puede irritar los nervios de cuello y afectar tu equilibrio, por lo cual debes evitarlo.

Brazos

  • Mano al frente: De pie, extiende todo tu brazo, los dedos señalando hacia arriba. Con el otro brazo sostén tus dedos y hala hacia ti de modo que sientas la tensión a lo largo del brazo, cuenta y  cambia de brazo. Invertido: realiza el mismo ejercicio con los dedos señalando al piso.
  • El abrazo: Lleva una de las manos mano hacia el hombro contrario y con tu brazo opuesto empuja. Cambia de brazo y repite el mismo proceso.

Tronco

  • El giro: Lleva los dos brazos hacia un lado y mantente así hasta terminar el conteo. Puedes hacerlo de pie y sentado.
  • El puente: Acostado bocarriba, con los brazos a los lados eleva solamente el tronco y las caderas.
  • El arco: De pie, levanta tus brazos e inclínate hacia un lado. Repite el ejercicio en el lado opuesto.
  • El encogido: Sentado con los pies en el piso inclínate lentamente hacia tus pies y toca el piso, mantente en esa posición.

Piernas

  • Lunge: Da un paso adelante, mantén la rodilla y la pierna contraria en contacto con el suelo. Estira hacia adelante hasta que sientas la tensión en tu cadera .
  • Rodilla al pecho: Acostado agarra una de tus piernas por detras de la rodilla y llevala contra tu pecho, manteniendo la otra estirada.
  • Elevación de talón: Párate de puntillas con los brazos estirados hacia arriba.
  • Talón atrás: Lleva tu pie hacia atrás, en contacto con el glúteo y mantenlo agarrado con tus manos.