A través de la voz podemos expresar nuestra percepción de lo que nos rodea, es por ello que el inicio de un buen discurso recae en el calentamiento vocal, así garantizarás que tus presentaciones sean fluidas y exitosas.
Imagina, un deportista esta a punto de participar en una gran competencia y decide no realizar calentamientos ni estiramientos ¿Qué crees que ocurrirá? Reducirá su rendimiento y se expondrá a padecer lesiones.
Este mismo principio se puede aplicar a las personas que utilizan su voz como herramienta de trabajo, al no prepararse con un buen calentamiento vocal, disminuirán su eficiencia a la hora de hablar en público.
Las palabras y expresiones que dominan una oficina no solo afectan la cultura de la empresa, sino que también influyen en la creatividad y la productividad.
Beneficios del calentamiento vocal
El cuerpo humano cuenta con un aparato fonador que engloba diversos órganos y músculos encargados de la emisión de los sonidos articulados, es decir el habla.
Por ello, es necesario que el funcionamiento de la respiración, fonación y articulación sea coordinado, pues estas constituyen aspectos importantes en la comunicación.
Los ejercicios relacionados con el calentamiento de la voz permiten:
- Realizar una mejor entrega de oxígeno y nutrientes al área de la laringe.
- Flexibilizar las cuerdas vocales.
- Fortalecer los músculos intrínsecos de la laringe.
- Un mayor control respiratorio.
- Evitar cuadros de sobrecarga o fatiga vocal.
- Pronunciar clara y firmemente las palabras.
- Lograr un mayor dominio de la voz.
- Prevenir trastornos y afecciones como pólipos, laringitis. inflamaciones de la garganta, afonía o ronquera.
Vocalización, dicción y articulación.
Para que ocurra un correcto uso de la voz y se transmita adecuadamente el mensaje, se necesita distinguir y dominar tres conceptos que a menudo se confunden.
Estos términos hacen parte de las características de un buen orador.
En primer lugar, tenemos la vocalización que es la formación correcta y clara de los sonidos. Con una buena vocalización pronunciamos todas las consonantes y vocales de manera clara, utilizando nuestros músculos y las cuerdas vocales.
Un ejercicio muy efectivo de vocalización es la lectura en voz alta, de la misma manera que lo harías el día de la presentación o reunión.
Puedes realizar esta lectura de manera pausada, con un lápiz entre los dientes, en voz baja y luego en voz alta.
Es posible que a la hora de escucharte tu voz suene rara, esto se debe a que, cuando hablamos nos escuchamos por el oído interno y tenemos una percepción determinada de nuestra voz; mientras que al grabarnos es el oído externo el que percibe los sonidos.
En cuanto a la articulación su concepto se refiere a la posición y movimiento correcto de los órganos de la voz para la distinción entre vocales y consonantes. En ella intervienen el paladar, los dientes, la lengua, los labios y la glotis.
Finalmente, la dicción es la manera de hablar, considerada como buena o mala únicamente por el empleo de las palabras y construcciones.
Tener una buena dicción significa hablar bien y hacer un buen uso del lenguaje. Un ejemplo de vicios de dicción es el uso redundancias, laismos y ceceos.
Un ejercicio sencillo para la dicción y articulación es pronunciar trabalenguas en voz alta y clara.
Cansadas, cargadas, rapadas, marchaban las chavas; calladas, calmadas, bandadas de gatas las ratas cazaban; las ranas cantaban, llamaban, saltaban, y al saltar sanaban de su mal astral. |
Erre con erre, cigarro; erre con erre, barril; rápidas corren y ruedan las rápidas ruedas del ferrocarril. |
Si sansón no sazona su salsa con sal, le sale sosa. le sale sosa. le sale sosa su salsa a sansón si la sazona sin sal. |
Ejercicios para un buen calentamiento vocal.
Existen un sinfín de ejercicios destinados a fortalecer y desarrollar el aparato fonador cuya práctica diaria es indispensable para todos aquellos que de manera directa o indirecta trabajen con su voz.
En el siguiente vídeo aprenderás una rutina completa de calentamiento vocal:
La duración del calentamiento vocal puede ir desde 5 a 20 minutos, todo dependerá de la cantidad de ejercicios que realices.
Antes de hablar, respira.
Cuando vamos a hablar frente a un público es común que los nervios ataquen y dejemos la respiración en segundo plano e incluso hay quienes se olvidan de respirar, ocasionando una disnea por ansiedad.
En base a esto, es muy conveniente realizar ejercicios que permitan controlar la respiración, lo cual se reflejará en una mejora del lenguaje oral y corporal.
Además de preparar al cuerpo para una mejor administración del aire a través de la respiración, también contribuirás a una mejor oxigenación y relajación del sistema muscular ¡Adiós nerviosismo!
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Estos son los ejercicios que proponemos:
- Realiza inspiraciones profundas y eleva los brazos bien estirados, cuenta hasta 8 y bájalos lentamente mientras vas espirando.
- Siéntate cómodamente con la espalda recta, inhala por la nariz y espira por la boca en ráfagas cortas, pero poderosas, como si estuvieras inflando un globo. Repite 5 veces.
- Tapa con el pulgar uno de los orificios de la nariz inhala suavemente por el otro contando hasta 8. El aire 4 segundos, tapas la otra fosa nasal y exhalas hasta 8. Haz una pausa de 4 segundos. Cambia de fosa nasal tras cada exhalación.
- Coloca una mano en el estómago y la otra en el pecho, inspira por la nariz durante 4 segundos, mantén el aire por 4 segundos mas y expúlsalo por la boca suavemente. La mano en el pecho no debería moverse al inhalar, mientras que debería notarse el aire llenando el vientre.
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