Túnel del carpo, un síndrome que complica tu actividad laboral.

Pocas son las actividades que no requieren de nuestras manos, entonces ¿Qué sucedería si no pudiéramos utilizarlas correctamente? Esto supondría una pérdida de independencia y destrezas vitales, por ello debes estar alerta a cualquier alteración. Hoy te revelamos cómo identificar, tratar y/o prevenir el síndrome de túnel del carpo, una patología muy común en el trabajo.

Nuestras manos son una de las partes más complejas y desarrolladas del cuerpo. A menudo las sometemos a movimientos repetitivos o posturas forzadas generando presión sobre los nervios de la muñeca.

El Síndrome del Túnel Carpiano (STC) es una neuropatía por atrapamiento considerada como una enfermedad laboral desencadenada por este tipo estos factores de riesgo. Es una de las enfermedades laborales más incapacitantes y costosas, representando la mayor causa de días perdidos por ausentismo en el trabajo.

¿Cómo se manifiesta el síndrome del túnel del carpo?

Este síndrome se puede diagnosticar gracias a la aparición de síntomas que se manifiestan debido a señales eléctricas que se transmiten a través del nervio comprimido. En general, puedes identificar si esta desarrollando el sindrome si:

  • Tienes síntomas que aparecen en la noche, provocando que despiertes con ganas de “sacudir” tu mano o muñeca.
  • Tienes hinchazón o inflamación de los dedos que no es aparente a simple vista.
  • Presentas dolor y sensación de quemazón u hormigueo en el antebrazo.
  • Tienes dificultades discriminando el calor del frío al tacto.
  • Presentas debilidad de algunos músculos de la mano, así como torpeza a la hora de manipular objetos. 

Al principio los síntomas aparecen y desaparecen, pero sino se tratan pueden volverse constantes e incapacitantes.

¿A quién le puede ocurrir?

Según la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEFI), este sindrome lo padecen el 0,6% de los hombres y el 5,8% de las mujeres de la población entre 35-55 años.

Las personas que se desempenan en ocupaciones como la mecanografía, cuidados sanitarios, industria pesada y de servicios del hogar tienden a presentar un riesgo mayor.

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La mano dominante generalmente se afecta primero y produce el dolor más intenso; cuando las actividades abarcan el uso de las dos manos la compresión puede ser bilateral.

Las personas que presentan algunas de las siguientes condiciones deben estar atentos:

  • Fracturas ocurridas en las extremidades superiores.
  • Quistes o tumores cercanos a la muñeca.
  • Obesidad o sobrepeso.
  • Diabetes u otros trastornos metabólicos.
  • Acumulación anormal de líquidos durante el embarazo o la menopausia.
  • Artritis reumatoidea.
  • Enfermedades que causan depósitos anormales de proteína en el cuerpo (amiloidosis).

¿Qué hacer si presentas síntomas?

Tu especialista (medico, fisioterapeuta, traumatólogo) realizará una exploración de la muñeca y las manos. Existen maniobras de exploración que ayudan a determinar la gravedad de los síntomas.

Adicional a esto, un examen físico de las manos, brazos, hombros y cuello puede ayudar a determinar si las molestias están relacionadas con las actividades laborales.

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Para confirmar el diagnóstico y saber en qué grado está comprometido el nervio mediano, tu médico solicitará un electromiograma (EMG) y estudios de conducción nerviosa (ECN).

Conoce las alternativas de tratamiento.

Existen tres tipos de tratamientos pero dependen de la severidad de los síntomas:

Farmacológico: Se aplican antiinflamatorios (esteroideos o no esteroideos) y reposo de la mano con férulas nocturnas.

Quirúrgico: Generalmente, se recomienda la cirugía si los síntomas duran más de 6 meses o si hay evidencia de daño muscular en casos graves.

Rehabilitación: Su objetivo es mejorar la fuerza muscular, conservar las destrezas manuales, aliviar el dolor y controlar los síntomas.

Prevención y manejo del túnel del carpo en el trabajo

Se debe tener especial atención cuando se trabaja en actividades repetitivas, especialmente si requieren fuerza, vibración y posturas inadecuadas. Por ello:

  • Adapta el trabajo: Reducir la intensidad de las tareas manuales cuando sea posible evita la progresión y promueve la recuperación.
  • Reduce la fuerza y relaja el agarre. Si tu trabajo supone el uso de un teclado, presiona las teclas suavemente. Para escribir a mano durante un tiempo prolongado, usa un lápiz de gran tamaño facilitando el agarre fluido y suave.
  • Utiliza férulas. Para mantener la muñeca en posición neutra durante la noche y en periodos cortos durante la actividad laboral, si es posible.
  • Si has tenido este síndrome y te intervinieron quirurgicamente, cumple con el tiempo necesario de reposo, realiza movimientos suaves y evita cargar objetos pesados.
  • Toma descansos cortos y frecuentes. Estira y flexiona suavemente las manos y muñecas en forma periódica. Cuando sea posible, cambia de tarea.
  • Cuida tu posición. Evita doblar demasiado la muñeca hacia arriba o hacia abajo. Mantén el teclado a la altura del codo.
  • Mejora tu postura. La postura incorrecta hace que los hombros se vayan hacia adelante, lo que acorta los músculos y comprime los nervios del cuello. Esto puede afectar las muñecas, los dedos y las manos.
  • Mouse adecuado: Asegúrate de que el mouse de la computadora promueva una postura cómoda y neutral de la muñeca.
  • Mantén las manos calientes. El dolor y la rigidez en las manos son mas frecuentes si estas en un lugar frió. Usa guantes que mantengan tus manos y muñecas calientes.