Si eres de las personas que olvidan o consumen pocos líquidos en el trabajo, acá te explicaremos los beneficios de tomar agua constantemente y como puedes hacerlo sin que represente un gran esfuerzo.
El cuerpo humano está compuesto en tres cuartas partes por agua (H2O),y en situaciones cotidianas podemos llegar a perder hasta el 3% de ésta por medio de la sudoración, respiración o simple metabolismo.
Recuperar el agua que perdemos en una jornada laboral no solo nos asegurará un buen estado de salud, sino que contribuirá con nuestras capacidades y la efectividad en nuestras actividades.
“El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.”
Leonardo Da Vinci
Si más de la mitad de nuestro peso es líquido es de esperarse que una de nuestras necesidades prioritarias sea mantenerse hidratado.
¿Por qué tomar agua?
Es posible que en el ambiente laboral olvidemos mantener la hidratación de manera continua y esto nos lleve a padecer los efectos de la falta de líquidos.
El agua es el elemento más abundante de nuestro cuerpo por lo que es vital para el cumplimiento de funciones fisiológicas esenciales como:
- El transporte de nutrientes y hormonas.
- La regulación de la tensión arterial.
- Facilita la digestión.
- Producción de saliva y otras mucosas.
- Mejora la función de los riñones.
- Lubrica las articulaciones.
- Regular la temperatura mediante la sudoración y la respiración.
- Eliminación de toxinas.
Como expresó el Dr. Alfonso Román, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) “ una buena hidratación mejora las funciones cardiovasculares y renales, previene el estreñimiento y favorece a la salud mental y la tonicidad muscular”.
Por esto, el consumo de agua es indispensable para mantener un buen estado de salud.
Deshidratación, un problema para tu rendimiento
La deshidratación se conoce como una carencia de agua y electrolitos en el organismo, producida cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere.
Esto varía considerablemente en función del consumo de líquidos, la dieta, la actividad física y la temperatura. En condiciones habituales cada persona pierde más de medio litro de agua diariamente.
Si el esfuerzo físico y mental es extenuante estas pérdidas pueden elevarse hasta el litro y medio, causando entonces un cuadro de deshidratación. La deshidratación es fácilmente identificable, viene acompañada con la aparición de:
Ya que el cerebro humano se compone en más de un 70% de agua, estos síntomas provocan bajadas de energía y de concentración que afectará nuestro rendimiento en el trabajo.
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Diferentes tipos de agua potable
Si bien una molécula de agua está compuesta por 2 átomos de hidrógeno y una de oxígeno, este líquido puede ingresar a tu cuerpo cargado de otros elementos según su procedencia.
Echa un vistazo a algunos tipos de agua y lo que cada una te aporta.
- Agua mineral: Como su nombre indica, está llena de minerales que incluyen azufre, magnesio y calcio esenciales para el cuerpo.
- Agua destilada: Se produce hirviendo agua, recogiendo el vapor y volviéndolo a convertir en agua. Se eliminan todos los químicos y minerales.
- Agua de grifo: Es el agua suministrada por tubería que se encuentra en todas partes. A veces no hace falta más que desinfectarla o filtrarla para su consumo.
- Agua carbonada: Se añade ácido carbónico el cual sale a la superficie en forma de burbujas. Se conoce como soda, agua con gas o sifón.
Múltiples bebidas se preparan en base a estas y otros tipos de agua, lo que representa una amplia gama de productos con el fin de mantenernos hidratados. Considera que no es necesario tomar agua solamente ya que muchos alimentos son ricos en ella.
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Bebidas energizantes vs agua común.
Estas bebidas tienen un efecto estimulante sobre el sistema nervioso central, que se refleja en la sensación de energía para realizar alguna actividad. Su consumo se hizo popular al ser utilizada por los deportistas de alto rendimiento y se han asociado al mundo laboral y estudiantil.
Según un paneo realizado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), un 30% de los adultos, de entre 18 y 65 años, un 68% de los adolescentes, de entre 10 y 18 años, y un 18% de los niños, de entre 3 y 10 años, consumen bebidas energéticas al menos una vez al año.
Presentadas como una especie de milagro que te ayuda a recuperar fuerzas cuando estás muy cansado y requieres seguir activo.
Estos líquidos están compuestos principalmente por cafeína, hidratos de carbono, azúcares y taurina, mismo que ingeridos de manera indiscriminada pueden causar daños a la salud tales como:
- Deshidratación: Contrario a lo que algunos piensan, estas bebidas no son rehidratantes.
- Cambios en el ritmo cardíaco: Las altas dosis de cafeína provocan sobredosis que pueden derivarse en taquicardias lo que en algunos casos podría causar algún colapso.
- Aumento de adrenalina: debido a esto puedes presentar ansiedad y desesperación que podrían demorarse en desaparecer.
- Gastritis: Podrías sufrir ardor en el estómago, además de experimentar molestias al ingerir otros alimentos.
- Desmayos (reflejo vaso-vagal): Al aumentar la adrenalina, la respuesta natural del cuerpo es tratar de disminuir la frecuencia cardíaca que provocaría la pérdida de conciencia.
- Afecciones de los vasos sanguíneos: Las bebidas energéticas en exceso, provocan vasoconstricción, una irregularidad en los vasos que induce a que se “cierren”. Para las personas hipertensas representa un peligro.
- Inhibición de neurotransmisores: La ingesta de la cafeína en grandes cantidades, así como también de taurina, genera afectaciones en el cerebro que impedirán la correcta comunicación entre las neuronas.
Las bebidas energéticas no deben sustituir la ingesta de agua, puesto que son modificadas químicamente y al hacer de ellas un hábito te expondrás a estos efectos secundarios.
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Tips para tomar agua en el trabajo
La creencia de que debemos tomar 8 vasos de agua al día viene de recomendación de La Organización Mundial de la Salud; donde los hombres han de beber al menos 13 vasos de agua al día, mientras que las mujeres, al menos nueve vasos.
Esto equivale a un promedio de ocho vasos al día. También existen formulas y calculadoras útiles para saber cuánta agua consumir.
Hemos recopilado 8 parámetros que te servirán de guía para una adecuada hidratación:
- Lleva contigo un envase con agua, tenlo a la vista, a una temperatura de alrededor de 15ºC y de sabor agradable.
- Cuando la sudoración sea abundante consume alguna bebida con electrolitos, principalmente cloruro de sodio (NaCl) y sin exceso de azúcar.
- Incluye en tu comida alimentos ricos en agua, como frutas y verduras que a su vez ayuden a reponer otros electrolitos como el potasio.
- Opta por el agua y otras bebidas refrescantes sin azúcares añadidos.
- Cuando se realicen ocupaciones físicamente demandantes en ambientes de calor extremo, de ser posible realizalas a un ritmo más lento y con descansos más largos y más frecuentes en lugares frescos.
- Aumenta la ingesta de líquidos y usa ropa cómoda y fresca en época de calor.
- Si tienes un buen acceso al baño también puede aumentar el consumo de líquidos, sobre todo entre las mujeres.
- La instalación de fuentes o dispensadores de agua es totalmente recomendable en cualquier puesto de trabajo.
Se deben tener en cuenta las variables de edad, sexo, peso, la presencia de algunas enfermedades y la intensidad de la actividad física realizada en el trabajo o fuera de él.
Te animamos a adoptar un estilo de vida activo, con una buena higiene postural, dieta saludable, actividad física y ahora con una óptima hidratación.
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